Semillas de granada: usos y beneficios nutricionales

• Protector cardiovascular (fibra, ácido púnico, vitamina B9): las semillas de granada actúan sobre diferentes factores de riesgo cardiovascular. Sus fibras limitan la hiperlipidemia al reducir la absorción de colesterol y triglicéridos. La vitamina B9 ayuda a controlar la inflamación que puede favorecer el desarrollo de placas ateroscleróticas. En efecto, la vitamina B9 participa en la conversión de la homocisteína: un aminoácido proinflamatorio. Finalmente, el ácido púnico resulta ser un potente antiinflamatorio y antioxidante. Este último es un ácido graso poliinsaturado específico de la granada.

• Controlar el azúcar en la sangre (proteínas, fibra, lípidos): Las semillas de granada tienen un índice glucémico bajo. Aportan proteínas, lípidos y fibras, y casi nada de hidratos de carbono. Las semillas de granada por sí solas no afectan los niveles de azúcar en sangre. Acompañados, reducen la carga glucémica de la comida, lo que equilibra los niveles de azúcar en sangre. Además, el ácido púnico modula la secreción de insulina, la hormona que controla el azúcar en sangre.

• Supresor de apetito (fibra): debido a su bajo índice glucémico, las semillas de granada no inducen fuertes variaciones en el azúcar en sangre posprandial. Este equilibrio de azúcar en sangre refuerza la sensación de saciedad.

• Inmunomodulador (vitamina B9, ácido púnico): las semillas de granada estimulan la síntesis de glóbulos blancos (células inmunitarias) gracias a su aporte de vitamina B9. La vitamina B9 ayuda a mantener la producción de células inmunitarias. Además, el ácido púnico aporta a las semillas de granada un poder antimicrobiano.

• Antioxidante (polifenol, ácido púnico): Las semillas de granada neutralizan los radicales libres aportando ácido púnico, un ácido graso que ejerce actividad antioxidante. Además, un estudio señala los efectos protectores contra el estrés oxidativo de las semillas de granada gracias a la presencia de polifenoles. Sin embargo, la eficacia antioxidante parece ser mejor en la ralladura que en las semillas de granada.

• Anti-inflamatoria (vitamina B9, ácido púnico): Las semillas de granada luchan contra el proceso inflamatorio. Aportan vitamina B9 que neutraliza la homocisteína convirtiéndola en metionina. Además, el ácido púnico sería beneficioso en diversas enfermedades inflamatorias.

El granado es un arbusto de 2 a 5 m, perteneciente a la familia Punicaceae. Originaria de Irán y Afganistán, ahora es común encontrar huertos de granados en todo el Mediterráneo y Asia Central. Lo cual no es de extrañar dadas sus necesidades: un clima luminoso, cálido y seco.

Es un árbol apreciado por su aspecto decorativo, pues al final de sus ramas crecen hermosas y grandes flores de color rojo escarlata. Sus frutos, las granadas, son de color rojo y piel firme. En su interior hay un mesocarpio blanco que forma un nido que contiene arilos comestibles. Los arilos tienen una pulpa rojiza, translúcida y jugosa que contiene semillas. Una granada puede contener más de 400 arilos. El granado es uno de los cultivos domesticados más antiguos.

El fruto del granado, la granada, es fuente de muchas creencias y supersticiones. En la mitología griega, la granada se asocia con Hades, el dios del inframundo; en la Biblia simboliza el amor, la inmortalidad y la fertilidad; en el Corán, las suras lo mencionan como fruto del paraíso. Existen muchas variedades de Granada, cada una ligada a su país productor: Wonderful en Israel, Mollar y Tendrar en España, y Hicaz en Turquía.